Beneficios del arte del tantra

Hoy te propongo algo nuevo, el sexo tántrico. Es una técnica que muchas personas todavía no han disfrutado, pero que te aseguro que te permitirá disfrutar de experiencias nuevas. No tengas dudas, pruébalo y no te arrepentirás de haber tomado esa decisión.

¿Qué es el sexo tántrico?

Es un sexo que apuesta por el sexo sin tabúes. Este tipo de sexo apuesta por el placer, pero sin prestar atención directa a los genitales. Es decir, se centra en disfrutar a través del contacto cuerpo a cuerpo. Para conseguirlo, este tipo de sexo apuesta por el contacto a través de todo el cuerpo y no como el sexo tradicional que solo se centra en el sexo a través de los genitales.

Esta modalidad de sexo es perfecta para las personas que están cansadas del sexo tradicional y quieren salir de la monotonía. Si quieres disfrutar de nuevas experiencias, no lo dudes y pruébala. Seguro que querrás volver a repetir esta experiencia.

¿Por qué apostar por el sexo tántrico?

Como bien sabes, el sexo es uno de los motores de nuestra vida. Pero el sexo puede llegar a cansar, por culpa de la monotonía. Por este motivo, si quieres evitar esa monotonía y apostar por cosas nuevas, el sexo tántrico es lo que estás buscando.

Como nos comentan desde ArtMassageMadrid.com, el tantra es una tradición hindú que lleva siglos dando muy buenos resultados. A través del tantra conseguirás tener una gran experiencia como humano y conseguirás descubrir cosas que hasta el momento pensabas que no podías sentir. Estas manifestaciones no solo se viven a nivel físico, sino que se viven a nivel espiritual, emocional y mental.

El sexo tántrico apuesta por ofrecer relaciones con la pareja de una manera diferente, con el objetivo de dejar la monotonía atrás. Es una gran herramienta para realzar la llama del amor. Y por supuesto, aunque en un principio puede parecer un poco complicado de llevar a cabo, te aseguro que este tipo de sexo es más fácil de lo que parece. Solo te tendrás que dejar llevar y disfrutar de las nuevas experiencias.

Tienes que saber que a través del sexo tántrico podrás disfrutar de orgasmos prolongados. Y es que a pesar de que los genitales no son los grandes protagonistas, te puedo asegurar que los orgasmos que conseguirás el sexo tradicional no te los aportará. Para poder disfrutar adecuadamente de esta experiencia, es de vital importancia que te dejes llevar para que la energía entre los dos cuerpos fluya y los resultados sean espectaculares. Se ha demostrado que la energía fluye desde el centro a los órganos genitales. Recuerda, el sexo tántrico no tiene como fin la penetración, de aquí que no se centre en ella.

A través de este tipo de sexo podrás controlar la mente, lo que quiere decir que tendrás un mayor control sobre los orgasmos. Todo esto se traduce en un mayor placer durante la relación. Gracias a este control, podrás tener un mayor control de la eyaculación, lo cual hará que la relación dure más tiempo y en consecuencia el placer se pueda alargar en el tiempo durante horas incluso.

Como todo en esta vida, la primera vez puede que no te salga bien, pero con un poco de práctica e ilusión seguro que llegarás a disfrutar mucho junto a tu pareja. Una buena opción de preparación es dejarse llevar y hacer ejercicios de meditación que te permitirán meditar y concentrarte mejor. Un buen ejercicio de meditación es el yoga, es fácil de realizar y te dará muy buenos resultados. Gracias a todo esto podrás mejorar el estado espiritual y además podrás mejorar el estado físico. Ganarás por todas las partes.

Si quieres intimidad con tu pareja y disfrutar de orgasmos duraderos para ambas partes, el sexo tántrico te será de gran ayuda. Cuenta con un gran abanico de posibilidades, a la vez que la monotonía desaparecerá con esta técnica. Y por supuesto, no olvides apostar por los masajes, los cuales son un gran extra para aumentar el placer de ambas partes. Cada vez son más las parejas que apuestan por el sexo tántrico y desde que lo llevan practicando su relación es mucho mayor. Eso sí, siempre hazlo sin tener un reloj a mano. Hay que dejarse llevar.

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