La elección de un buen colchón es fundamental para conciliar el sueño de manera más rápida, así como para aumentar la duración de las horas del sueño. Es decir, para descansar y para hacerlo adecuadamente. Ahora bien, la elección del tipo de colchón resulta también fundamental para evitar algunos problemas, como los dolores de espalda.
Muchas veces no quejamos de que nos duele la espalda y pensamos que pueda tratarse debido a un mal movimiento o a una mala postura —que también—, pero olvidamos que en la mayoría de los casos este dolor es ocasionado por el colchón en el que dormimos. Y es que, si este no tiene la calidad suficiente o se ha desgastado con el paso del tiempo y hay zonas más hundidas que otras es normal que con el tiempo nuestra espalda se acabe resintiendo. Pero, entonces ¿En qué debemos fijarnos a la hora de comprar un colchón?
Cuando se trata de dolores de espalda y de lumbago, a parte de la calidad y materiales del colchón, también juega un papel importante la complexión de cada persona y, por supuesto, la firmeza del colchón. En este artículo vamos a analizar cuáles son los mejores colchones para tu espalda dependiendo de tu complexión y la calidad de los mismos.
Tipos de colchones según los materiales
Por regla general, debes evitar todos los colchones hechos con espuma de baja densidad —estos solo son recomendados para dormir de manera puntual, ya que son mucho más económicos y la calidad es inferior—. Hoy en día existen varios tipos de colchones y todos son buenos siempre y cuando cumplan unos requisitos mínimos. Es decir, que la composión del colchón no sea la más básica y que presente un grosor medio o elevado —de unos 30 cm— con cobertura en ambas caras y un núcleo de calidad.
Cuando hablamos de núcleo de calidad nos referimos, principalmente al tipo de colchón. Estos pueden ser:
- Colchones de viscoelástica: Se trata de colchones hechos con una espuma especial que se adapta perfectamente a la postura de cada uno y evita tensiones en todas las partes del cuerpo sin transmitir el movimiento. Firmeza: baja/media.
- Colchones de muelles: Son colchones más fríos, ideales para las personas calurosas. Presentan una mayor transpirabilidad y su núcleo está compuesto de muelles ensacados. Firmeza: Media/alta.
- Cochones de látex: Se trata de colchones hechos con espuma de látex que puede ser natural o sintética. Entre sus características destaca la transpirabilidad, adaptación y facilidad para moverse. Firmeza: Media.
- Colchones de espuma HR: Estos colchones están hechos con espuma compacta de gran calidad. Firmeza: Media.
- Otros: Nuevos materiales como el aloe vera.
Como comentábamos, todos estos colchones son ideales debido a la gran calidad de sus materiales. Ahora bien, según la empresa especializada en la venta de colchones, bases, almohadas y complementos de cama, CamaNueva.com, es fundamental tener en cuenta la firmeza de cada uno de ellos —como veremos en el siguiente punto— para saber cuál se adapta mejor a cada persona y evitar los dolores de espalda. La firmeza del colchón varía en función del peso de las personas, aunque también de la edad. Y es que, dependiendo de los años será mejor optar por un colchón duro o blando. En el caso de las personas mayores, los colchones más recomendados son los blandos. En el caso de los niños, ocurre lo contrario.
Elección del colchón según la firmeza y complexión de las personas
Las personas con una complexión mayor deben optar por colchones con una mayor firmeza. Mientras que las personas con una complexión más delgada deben optar por colchones más blandos para evitar futuros dolores de espalda. Si la persona se mueve mucho por la noche, será recomendado —así mismo— que se decante por un colchón duro, ya que ello permitirá que se mueva sin esfuerzo y, por consiguiente, que la espalda no se resienta.