Tipos de bronceadores

Ahora que estamos inmersos en la época de vacaciones, es importante cuidar nuestra piel al máximo para evitar las temidas quemaduras o pelarnos. Y para conseguirlo, lo mejor que podemos hacer es usar uno de los mejores bronceadores del mercado. Con ellos la piel estará más protegida y en consecuencia sufrirá mucho menos cuando la expongamos al sol.

Por supuesto, incluso cuando usamos bronceadores de calidad se recomienda no exponerse al sol en las horas centrales del día. Además, hay que evitar estar demasiado expuesto al sol porque el bronceador cuida la piel en muchas ocasiones, pero tampoco hace milagros. Es decir, no hay que hacer tonterías o podemos pagarlo caro a medio plazo.

Principales tipos de bronceadores solares

Dependiendo del uso que le vayamos a dar, tendremos que elegir uno u otro. Para que te sea más fácil elegir el que mejor se adapta a tus necesidades, te mostramos los principales.

Para comenzar, tenemos que dejar claro que en la actualidad hay dos tipos de cremas solares. Las que funcionan por absorción y las que actúan por reflexión.

  • Cremas solares por absorción: son las cremas que tienen función de bronceador y apuestan por la foto protección química. Eso quiere decir que este tipo tiene como funcionalidad absorber la luz a través de las reacciones foto químicas. Como nos informan desde Academie, son las cremas más usadas porque se absorben con rapidez y además no dejan rastro una vez realizada la aplicación. Eso sí, dentro de este rango no todas las cremas son iguales. Para poder estar seguros de que se adapta a lo que buscamos, tenemos que mirar el envase y ver si nos protege de los rayos UVB y UVA.
  • Cremas solares por reflexión: son las cremas que cuentan con foto protectores físicos. Eso quiere decir que este tipo viene acompañado de pequeños filtros. Gracias a esos filtros se consigue reflejar los rayos del sol. Con este tipo se consigue repeler los rayos y en consecuencia se obtiene un plus de protección de la piel. A eso hay que sumar que es una variedad que suele causar pocas alergias, gracias a que únicamente crea pantallas para repeler los rayos del sol. Es una variedad de crema que suele tener mucha presencia entre el público infantil. Eso sí, el inconveniente es que tras la aplicación se crea una capa blanca que no suele gustar mucho, de aquí que se use en menos ocasiones.

Por otra parte, tenemos que tener en cuenta que no todo el mundo tiene la misma piel. Por ese motivo, es importante conocer nuestra piel para usar el método de protección que realmente funciona. Por ejemplo, las pieles claras siempre necesitan más protección que las oscuras. Por ese motivo, siempre hay que usar el bronceador que realmente nos interesa.

¿Cuál es el factor de protección que necesita mi piel?

Antes de entrar en detalles, queremos dejar claro que el factor de protección solar siempre se muestra en los envases con las siglas FPS y un número. Cuanto mayor es el número que viene reflejado, mayor es la protección que ofrece. Pero incluso cuando el FPS es el más alto, hay que seguir tomando precauciones. El sol es muy potente y por ese motivo hay que tomarlo con cuidado. No hay que cometer el error de intentar ponernos morenos de golpe. Si lo hacemos, no solo nos vamos a poner rojos, sino que posteriormente nos va a escocer mucho por la quemadura y todo acabará en un cambio de piel o algo peor. El sol siempre hay que tomarlo poco a poco para que no sea dañino para nuestro cuerpo y sobre todo la piel.

Comentado ese detalle, pasamos a mostrarte los tipos de bronceadores teniendo en cuenta el factor de protección que nos ofrecen.

  • Tipo 1: es el más recomendable para las pieles más delicadas, es decir, las pieles más claras. También se suele recomendar para las personas que tienen los ojos claros, personas pelirrojas o incluso para las personas con muchas pecas. En este caso, siempre se debe usar el FPS 50 para obtener la máxima protección durante la exposición al sol.
  • Tipo 2: en este caso el FPS es de 30. Se suele recomendar especialmente para las personas que tienen la piel clara y necesitan una buena protección. Pero también se recomienda para las personas que tienen el pelo rubio, pelirrojo o tienen una concentración alta de pecas. El objetivo es conseguir una protección alta para evitar que la piel se pueda quemar con facilidad.
  • Tipo 3: se recomienda para las pieles blancas que se suelen quemar con moderación y pigmentar. Es un factor de protección solar de 15, por lo que hay que tener cuidado por si te sueles quemar fácilmente.
  • Tipo 4: se recomienda para las pieles ligeramente oscuras que tienen los ojos y el pelo oscuro. En este caso se pigmenta con facilidad y rápidamente. Es una piel preparada para la exposición al sol, lo que quiere decir que apenas se quema a excepción de las largas exposiciones al sol. En este caso el FPS es 10. Y a pesar de que el factor de protección es bajo, es importante aplicarlo para que la piel pueda estar bien protegida.
  • Tipo 5: va dirigido a las personas con piel oscura. Las personas que tienen este tipo de piel están preparadas para las exposiciones al sol, por lo que raras veces sufren quemaduras. Además, son pieles que se broncean con mucha rapidez. En este caso la protección más recomendada es de FPS 8.
  • Tipo 6: va dirigida a las personas con piel negra. A pesar de que la protección de la propia piel es alta, la verdad es que también necesitan de algo de protección para evitar daños en la piel y quemaduras en las largas exposiciones al sol. En este caso la piel se broncea con gran rapidez y por ese motivo se suele recomendar el bronceador con un FPS de 6.

Independientemente del FPS elegido para proteger a la piel, es importante usar un bronceador de calidad como los que nos ofrecen desde Academie. De esa manera podremos disfrutar del verano con la máxima seguridad.

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