Por qué las personas chinas adaptan sus nombres al occidental

Seguro que si alguna vez has conocido a un grupo de personas chinas te ha sorprendido descubrir que se presentaban como “Juan” o “María” aunque no hubieran nacido en España. Esto sucede porque las personas chinas tienen la costumbre de adaptar sus nombres al occidental. En este artículo te contamos por qué las personas chinas suelen cambiar de esta forma sus nombres a la hora de relacionarse con otras personas de occidente.

Las personas chinas cambian sus nombres en occidente

Quizá no lo sabías, pero adaptar su nombre al occidental es una práctica muy común entre las personas chinas que emigran a occidente para conseguir integrarse mejor, al menos en un primer momento, porque la mayoría de consultados que llevan tiempo fuera de su país explican que cuando cogen confianza se animan a pedir a su nuevo entorno que se esfuerce un poco para aprender a llamarle por su nombre.

De hecho en muchos círculos esta práctica está tan extendida que muchas personas chinas nunca llegan a decir su nombre real en occidente, sino que se crean una nueva identidad con su nombre en español dónde tanto sus profesores en el caso de los estudiantes como sus compañeros de trabajo, nuevos amigos y parejas les conocen desde el principio con este tipo de nombre.

Cambiar el nombre al español es algo que hacen casi todas las personas chinas que vienen a occidente, eligiendo en la mayoría de casos un nombre común del país o la zona en la que van a instalarse y que normalmente suene parecido a su nombre real, aunque en muchos casos también pueden ponerse otros nombres occidentales que les encanten, como los de sus actores y artistas preferidos.

Como hemos podido comprobar revisando el listado de nombres chinos de
nombres-para.wiki/chinos/, sin duda se trata de nombres complicados de pronunciar y de leer para los occidentales, y como el cambiar de país y de continente ya es de por sí un proceso complicado y delicado, los migrantes de china que llegan a occidente se deciden a ponerse nombres de los países a los que llegan para que resulte más sencillo integrarse, aunque casi todos coinciden en que cuando cogen confianza prefieren pedir a esas personas que les llamen por su nombre real, por su nombre en chino.

Existen también excepciones en las que prefieren quedarse con su nuevo nombre ya que forma parte de la nueva realidad que ahora viven fuera de su país y les ayuda a sentirse más integrados. Además cabe reseñar que existen diferencias entre adaptar un nombre al occidental y quedarse con el nombre en pinyin, que es la transcripción fonética de los caracteres chinos. La segunda opción es obligatoria para todos los ciudadanos que quieran salir de China y emigrar por ejemplo a occidente. De esta manera, un ciudadano chino que resida en nuestro país puede tener su nombre original transcrito al alfabeto latino (el pinyin) y el nombre occidental que se decida a escoger.

De esta manera, los principales motivos para cambiarse el nombre chino a uno español tienen mucho que ver con la fonética. Las personas que quieren adaptarse rápidamente quieren encontrar una fonética que resulte sencilla y comprensible para los hispanohablantes, con lo que el contar con su propio nombre en español acercará al inmigrante chino a su nueva realidad.

Además algunos expertos evidencian que los motivos son mucho más profundos que la simple fonética: son razones de supervivencia ante un racismo estructural. Estos expertos advierten de que la pregunta correcta sería por qué existen personas que tienen que cambiar su nombre para poder adaptarse en otro país. Las personas que deciden cambiarse el nombre han concluido que así es más sencillo que no les discriminen, pero realmente esto no tendría que ser necesario. Con un nombre extranjero muchas personas pueden encontrarse con problemas para alquilar un piso o para encontrar trabajo e incluso sufrir burlas, y esto debería ser algo a evitar en todo tipo de contextos.

Por otro lado, sorprendentemente las generaciones más jóvenes han decidido mantener sus nombres en la mayoría de casos, y los hijos de inmigrantes nacidos en España también han aceptado con orgullo sus nombres en chino para recordar de dónde vienen. Mientras los inmigrantes llegados en las últimas décadas decidieron cambiar sus nombres al occidental casi de forma automática, las nuevas generaciones no dudan en utilizar sus nombres chinos con orgullo porque es una buena forma de conservar sus raíces, sus orígenes y su identidad, incluso aunque en algunos casos los niños más pequeños ni siquiera hayan salido todavía nunca de España.

En conclusión, los expertos coinciden en que el adaptar los nombres chinos al occidental responde a un mecanismo de supervivencia con el que la mayoría de inmigrantes orientales buscan conseguir una aceptación social más rápida, pero cada vez más las nuevas generaciones, e incluso las personas que cambiaron su nombre al llegar a occidente, se están dando cuenta de la importancia de preservar sus raíces y defender sus orígenes.

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