¿Puede vivir la pareja de mi ex en mi casa?

Durante un proceso de separación o divorcio suelen imponerse determinadas medidas que regulan la nueva situación de los dos integrantes de la pareja. En los casos en los que hay hijos de por medio, es habitual que uno de los progenitores se quede con el uso y disfrute del domicilio familiar cuando se otorga la custodia de los menores. Esto se hace para que los niños no se vean perjudicados y puedan seguir con su rutina diaria, en su entorno de siempre.

A veces esto no nos resulta del todo justo, especialmente si somos los que tenemos que hacer las maletas y buscarnos un nuevo techo en el que vivir. La sensación de frustración puede ser todavía mayor si, además, la persona que se ha quedado con la vivienda mete a su nueva pareja a vivir en ella. Pero, ¿realmente puede hacerlo?, ¿tiene derecho a meter a un tercero en la casa familiar? Resolvemos todas estas dudas, a continuación.

¿Puede la nueva pareja de mi ex vivir en mi casa?

Cuando se crea un hogar, se trabaja en él y se cuida durante años, es inevitable sentir una gran frustración al ver cómo este nos es arrebatado. La motivación puede ser loable si se trata del bienestar de nuestros hijos y de velar por su estabilidad. En cambio, ver cómo la nueva pareja del otro progenitor se instala en esa casa rara vez es plato de buen gusto.

¿Es una cuestión emocional o legal?, ¿qué dice al respecto la justicia? Lo cierto es que, inicialmente, se entiende que el uso de este domicilio es atribuido a la persona que tiene la custodia de los menores y también a los propios hijos. Se reconoce como la vivienda familiar en la que dicho progenitor puede realizar su vida con normalidad, incluso mantener relaciones de pareja.

No obstante, 20 de noviembre de 2018 la situación cambió por completo. En esta fecha, el Tribunal Supremo dictó una sentencia que sentó jurisprudencia en todos los tribunales del ámbito estatal. Lo que indica es la extinción del uso de la vivienda familiar al progenitor que vive con una nueva pareja en dicho inmueble.

Se trata de un principio que es aplicable tanto si el derecho a la vivienda se otorgó mediante un proceso judicial como si se tramitó de mutuo acuerdo. Se basa en que la persona afectada está creando una nueva unidad familiar con esta pareja actual, por lo que deja de ser la vivienda familiar de la anterior.

¿Cómo se puede demostrar que mi ex vive con otro en nuestra casa?

Si has llegado hasta aquí es porque tienes interés en aplicar esta nueva forma de entender la adjudicación de las viviendas y no quieres que la pareja de tu ex viva en la casa familiar. Lo primero que debes hacer en estos casos es demostrarlo, pues sin pruebas de ello no habrá tribunal que te dé la razón. Te ofrecemos las claves para que puedas hacerlo y sea válido ante la ley.

Un detective privado

La vía más sencilla, efectiva y segura es contratar a un detective privado para que haga este trabajo por ti. Los profesionales de este ámbito como los que encontrarás en Doverty.es son expertos en investigar casos similares y cuentan con cantidad de herramientas para ello. Saben encontrar evidencias, hacen seguimientos y entrevistan a testigos que pueden confirmar tus sospechas de forma contundente. Lo más importante es que lo hacen todo bajo un pulcro marco legal y que sus pruebas son válidas en los tribunales. De esta forma, no te arriesgas a sobrepasarse de la línea de la privacidad o ganarte problemas personales con tu ex.

Testimonios

Como mencionamos previamente, los testimonios son buenas pruebas para demostrar que tu expareja vive con otra persona en el domicilio familiar. Se trata de encontrar testigos de que hay entradas y salidas de un tercero, que pasa la noche en el inmueble y hace vida en la casa en cuestión. Pueden ser personas del vecindario, amistades en común o familiares que tengan constancia de esta situación.

Padrón

Los documentos pueden ser pruebas muy eficientes en caso de juicio y una forma muy hábil de demostrar lo que se desea. En este caso, una de las más interesantes es que la nueva pareja conste en el padrón de habitantes con domicilio en la vivienda familiar, pues da poco pie a la réplica. Para ello ha tenido que tramitar este cambio de domicilio, algo que no sucede en todos los casos.

Otras evidencias

A modo complementario, también se pueden mostrar otras evidencias que demuestren que la persona está viviendo en la casa que era de la familia hasta ahora. Pueden ser correos electrónicos, publicaciones en las redes sociales o registros que se hacen a nombre del sujeto y con la dirección indicada.

¿Puedo echar a mi ex pareja de casa?

Gracias a esta sentencia del Tribunal Supremo a la que aludimos inicialmente, se considera que una persona que está rehaciendo su vida con otra está creando una nueva unidad familiar, por tanto, acaba con sus derechos de cara al inmueble. Tendrá que hacer esta nueva estructura por su cuenta generando su propio hogar con este nuevo miembro.

La consecuencia directa de esto es que el otro progenitor recupera su vivienda sin ningún problema, pues ya no hay obligación de ceder el uso y disfrute de la misma. Ojo, esto no va necesariamente ligado a la obtención de la custodia de los menores, pues son cuestiones diferentes.

¿Cómo hacerlo? En este caso habrá que reclamar a la justicia exponiendo la nueva situación y solicitando la devolución de la vivienda. Durante este proceso hay que demostrar que la expareja está creando una nueva familia, por lo que es importante recopilar las pruebas como te hemos indicado anteriormente.

Nuestra recomendación para que todo esto salga tal y como deseas es que te pongas en manos de profesionales que estén experimentados y tengan bagaje en el ámbito de los divorcios. Estar asesorado por un buen abogado matrimonialista y contar con pruebas fiable de un detective privado profesional te darán todas las de ganar.

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